Previsiones de uso
La eficacia de una fosa consiste en cuanto más tiempo permanezcan las aguas usadas en ella, por ello deben hacerse del mayor tamaño posible.
Podemos acelerar el proceso de oxidación de la materia orgánica haciendo burbujear aire por las aguas depositadas en la primera cámara, con ayuda de una bomba, para acelerar la digestión aerobia. Este método es empleado en instalaciones grandes, para viviendas agrupadas y aisladas de los sistemas de alcantarillado, formando ya una pequeña depuradora.
También deben tomarse otras medidas preventivas para ayudar a este fin. Nunca se deben verter las aguas pluviales a la fosa, ya que son aguas limpias sino directamente al terreno, Es primordial llevar a la fosa únicamente las aguas fecales propiamente dichas (las procedentes de los inodoros) así como las que contengan residuos orgánicos (cocina), y no las demás aguas domésticas (aguas con jabón de baños y lavabos o de limpieza), que deben llevarse directamente a la zanja o pozo de filtrado, sin necesidad de tratarlas en la fosa, ya que no lleva materia orgánica.
Es recomendable instalar un sistema separador de grasas a la salida de las aguas de la cocina y antes de la unión de ese conducto con el procedente de los inodoros (mejor cuanto más cerca esté de la vivienda, para evitar la contaminación de los conductos de desagüe) pues la fosa no trata adecuadamente estos productos, salvo que sea una fosa con burbujeo de oxígeno. El separador debe también vaciarse periódicamente.
En ningún caso debe desecharse por cualquiera de los conductos que van a la fosa cosas que no sean orgánicas (como pañales, compresas,…) que deberán tirarse a la basura corriente.
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