En México el consumo de agua embotellada ha llevado al país a posicionarse en el número 3 de una lista de 100 países con mayor consumo. Esto quiere decir que entre el 71 y el 98% de la población mexicana consume agua embotellada.
Esto supone un gasto extra en los bolsillos de las familias mexicanas, debido a la desconfianza que se tiene acerca de la calidad del agua que llega a los hogares. Las familias que beben agua de la llave tienen un gasto mensual aproximado de 126 pesos mientras que las que consumen agua embotellada tienen un gasto de alrededor de 175 pesos.
La preferencia por el agua embotellada en México se debe a varios sucesos que han ocurrido a lo largo de los años, uno es por un brote de cólera que afecto a más de 300 personas en los años 90 a causa del consumo de agua de río y un terremoto que afectó a gran parte del país de una escala de 8.1 grados que afecto también las tuberías. Estas afectaciones fueron reparadas sin embargo el gobierno no las dio a conocer y esto acrecentó la desconfianza.
El hecho de que varias industrias contaminen ríos y lagos, además del mal manejo de aguas residuales, en donde terminan contaminándose lagos y ríos al verter agua con altas concentraciones de mercurio, arsénico, cadmio, etc. Que no ayudan a generar confianza entre la población para disponer del agua de llave como fuente de consumo.
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